SerÃa prolijo, y desde luego osado por mi parte, que me permitiera enumerar los factores que con tanto acierto ya han sido tratados y desmenuzados por sociólogos y politólogos. Me quedaré, por tanto, en la poco especÃfica pero muy cierta aseveración de que nuestra conciencia es menor que la de algunos e igual o mayor que la de otros muchos paÃses.
En todo caso, para intentar esbozar una respuesta a esta pregunta conviene referirse brevemente a algunos factores y fenómenos que, en nuestro paÃs, han tenido honda influencia sobre la cuestión que planteamos.
Los análisis de numerosos pensadores y sociólogos coinciden en destacar como una caracterÃstica tradicional de la sociedad española la carencia de una adecuada conciencia de defensa nacional.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA CONCIENCIA DE LA DEFENSA
Durante los siglos XIX y XX se ha configura un sentir popular fruto de los rasgos y caracterÃsticas de la polÃtica interior y exterior de España, aquà pueden encontrarse alguno de los que considero más significativos:
Ausencia  de las guerras europeas del siglo XX: 1ª y 2ª Guerras Mundiales.
Una muestra de neutralismo y fomento interior de que los problemas de las potencias europeas no lo son de España. La Primera Gran Guerra dividió a las clases intelectuales, polÃticas y sociales españolas como consecuencia de la pérdida de los territorios situados en el continente americano; y la Segunda Guerra Mundial, sorprendió a España saliendo de una Guerra Civil que habÃa esquilmado los recursos y las voluntades. Es momento de relamerse las heridas. Posteriormente, se extendió por Europa un neutralismo difuso y un cierto pacifismo que nos alejó sensiblemente de las consecuencias directas del la Guerra FrÃa, al menos, en sus fases iniciales.
Antiamericanismo.
La derrota de 1.898, en un conflicto en el que se «tenÃa razón», pese al desequilibrio de fuerzas, no puede considerarse la raÃz del antiamericanismo de hace unos años, pues fuimos vencidos por un pueblo más próspero y más culto, según la opinión de la época. El antiamericanismo presente es más bien el resultado del apoyo de los Estados Unidos al General Franco durante la guerra civil y a su posterior gobierno, a la no inclusión de España en el Plan Marshall, a la presencia en territorio español de las bases de utilización conjunta y a la campaña sistemática que oponÃa dos modelos antagónicos: capitalismo contra marxismo. La pugna actualmente se ha resuelto, pese a la existencia de modelos comunistas en vigor.
Modelo autonómico español
Las Fuerzas Armadas han tenido un protagonismo polÃtico al inicio de la Transición que ha fomentado pareceres muy dispares. Si bien, en la actualidad las encuestas del Instituto de Estudios Estratégicos refleja una percepción favorable de los ejércitos, está situación ha sido más discutida hace décadas. Existe cierto rechazo intelectual a lo asuntos de Defensa, como un componente integrador de la Nación y del Estado. En algunas regiones de Europa, la fuerza del fenómeno del nacionalismo conduce a un especial desinterés con todo aquello que se relaciona con Seguridad y Defensa.
El proceso de profesionalización y modernización de las FAS
El proceso de profesionalización de los Ejércitos, proceso en el que, poco a poco, se van integrando las naciones más avanzadas, han introducido un giro de gran envergadura en las relaciones Sociedad-Ejército.
«El Soldado y el Estado» -el primer objeto de estudio de Samuel Huntington y punto de partida de toda la sociologÃa militar de los últimos cincuenta años- puso de manifiesto que un Ejército Profesional no supone únicamente una tropa más especializada y un material más moderno y sofisticado, si no que también puede ocasionar un movimiento hacia el aislamiento del estamento militar en el seno de la sociedad, que contaba en el sistema anterior con un poderoso factor de integración a través del servicio militar obligatorio.
La participación en Misiones Internacionales de Paz
Las nuevas misiones de paz y humanitarias han hecho que la sociedad incremente notablemente su valoración y reconocimiento de la labor que realizan las Fuerzas Armadas, como se pone de manifiesto en las encuestas sociológicas de los últimos años.
La humanidad, en su conjunto, exige que se eviten genocidios y violencias masivas, de modo que las misiones denominadas Petersberg (operaciones de paz en el ámbito de la Unión Europea) serán crecientes, asà mismo la participación en misiones de Naciones Unidas, bien como estado individual (como en FINUL/UNIFIL en el LÃbano) o integrados en la SHIRBRIG (Multinational Standby High Readiness Brigadefor United Nations Operations) unidad multinacional que ha desplegado en misiones de paz bajo auspicios de Naciones Unidas, y que en la actualidad contribuye significativamente en la mejora de las Capacidades Africanas en asuntos de seguridad regional.