La OTAN fracturada, ya duele …

verde.png

La visita de Robert GATES (Secretario de Defensa de Estados Unidos) por Europa tenía por objetivo llamar la atención sobre la importancia de contribuir activamente en Afganistán. Durante la visita se reclamó una mayor presencia de fuerzas de la Alianza en el Sur, donde se están desarrollando los combate contra los talibán, y que tratan de reduccir su capacidad de organizar y llevar a cabo atentados terroristas en países que no piensan como ellos, y como última muestra, tenemos la detención de islamistas en Barcelona de este año.

La demanda de una participación más activa y con menos restricciones nacionales, tiene dividida a los miembros de la OTAN. Hace tiempo, y materializado a partir del año 2003, Estados Unidos no considera que la OTAN sea una herramienta verdaderamente útil, que con la generosa ampliación, la hace políticamente ingobernable. Las fuerzas de respuesta rápida de la OTAN (NRF) están empezando a no cubrir todas sus capacidades militares; el esfuerzo militar necesario para salvaguardar las actuales cotas de prosperidad no parece que esté en la agenda de muchos gobiernos europeos, incluso, la opinión pública no entiende la presencia de fuerzas en Asia, con lo que inconscientemente se justifica cualquier intento de atentado en suelo europeo.

Francia acaba de tomar la decisión de participar activamente en los combates de Afganistán, sin embargo, y en vistas de que llega la primavera (y por lo tanto, los talibanes empiezan a estar más «laboriosos») no parece que se haya alcanzado el número óptimo de soldados necesarios. No nos debe sorprende la petición de Gates de una unidad de la Guardia Civil para relevar a sus Marines, ya que el Secretario si que está al corriente del nivel de cobertura de las unidades españolas. Y está petición es una muestra.

Entre tanto, seguirá la OTAN abriéndose a nuevos socios: Albania, Croacia y Macedonia (Antigua República Yugoslava), donde Croacia parte con clara ventaja. En la fila están esperando Bosnia, Montenegro y Serbia, y en un plazo no muy largo, imagino que, Kosovo. Serbia está en una fase difícil, y la problemática de un Kosovo independiente será un tema fijo de la agenda, aunque Estados Unidos haya dado rápidamente sy beneplácito.

En este aproximación multidisciplinar y multinacional a los temas de seguridad, lo que debe entenderse es que cada país vela por sus intereses, y aquellos que son comunes con otros socios, pues, se pueden compartir «mesa y camino», y por ello, España debería tener una política más firme en el apoyo y respaldo a las iniciativas y actividades en el Mediterráneo. Si EEUU y la OTAN se está posicionando como actores de referencia en el continente africano, quizás España, como 9ª potencia económica del mundo debería velar estrechamente por mantener la relaciones con los países de nuestra misma lengua, y nuestro entorno más cercano, el Magreb.

Afganistan. Opciones de empleo.

euromarfor_1.jpg

 La presencia de España en Afganistán es bienvenida.

La presencia militar actual cumple con los compromisos españoles en el marco de ISAF, y la presencia de fuerzas españolas allí está circunscrita a compromisos internacionales, de carácter político, y la agenda de política nacional.

 Leo en ALIJAR las tres opciones que plantea, y vista su propuesta, creo que aunque deseable (al menos, por nuestros socios y aliados en la OTAN) no es realista con la trayectoria de política de seguridad y defens nacional. Las actuales limitaciones de personal militar en el exterior, recientemente renovado por el Gobierno español, situa el limite superior en 3000 personas en misiones y 50 observadores militares.

Si pretender hacer cuentas, España se encuentra bastante cerca de ese límite, y probablemente no se rebasará en un periodo de tiempo prudencial. Otra cosa sería, que un crisis en el Chad obligara a desplegar un Grupo de Combate de la Unión Europea durante el primer semestre de 2008, que correspondería a España, y la posible participación en la «Maritime Task Force» de UNIFIL con algún buque español, en el marco de la EUROMARFOR.

Pero para eso, hay que esperar.

Una chispa llamada Kosovo.

Lo que cincuenta años de Guerra Fría no ha conseguido, lo va a lograr Kosovo.

EEUU y Rusia está a la greña por un pequeño territorio centro europeo que pretende (y quizás lo haga) hacer una Declaración Unilateral de Independencia, lo que significa virtualmente a declarar abiertamente un conflicto con al actual Serbia, que es al estado a que pertenece.

La opinión publicada en España está ciertamente anestesiada ante lo que se nos avecina; y a la opinión pública no se les puede echar en cara que esten mas preocupado por la Navidades y los regalos de Reyes, que un asunto de políticos y de guerras. Siempre se les puede aplicar eso del… «vuelva usted mañana».

La crisis entre OTAN (incluidos los EEUU) y Rusia está cantada. Primero, el puñetazo en la mesa con la rotura unilateral por parte rusa del tratado FACE, que con otra lectura, e sun aforma de mostrar nervio; el patrullaje aéreo activo de las fronteras con EEUU, principalmente el en Artico; el patrullaje marítimo activo ruso del Mediterráneo, como tiempos atrás. Y todo por una región cubierta con población de origen étnico albanés, que está en territorio serbio.

 

Así que entre Albania, Kosovo y Serbia, está el problema. Y el resto de actores importantes, pendientes del más mínimo movimiento, porque en Serbia estalló la Primera Guerra Mundial, y porque la petición de ayuda serbia de que la OTAN proteja a las minorías serbias que residen en Kosovo, han sido tenidas en cuenta; pero, quien de verdad tiene un compromiso firme de ayudarles, es Rusia; Serbia no olvida los bombardeos de la OTAN en 1999, a espaldas del presidente Clinton, y las atrocidades continuaron mientras el «poder aéreo se paseaba por los cielos europeos, y tuvieron que entrar los «zordaos» de a pie para demostrar la determinación internacional. Finalmente, la OTAN y Rusia convivieron en la misma «operacion de paz», lo que calmaba la opinión pública rusa, y la conciencia euroatlántica.

Ahora mismo, Rusia hace gala de volver al panorama internacional con sus reservas de gas, a una Alemania dependiente, y el orgullo ruso renovado, y esta semana se ha materializado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la determinación rusa de no apoyar la independencia de Kosovo. Ahora asistiremos al ejercicio de una presión medida sobre todos los países del este de Europa, ya que la Unión Europea se ha mostrado vacilante, y ante el órdago independentista, lo único que se nos ha ocurrido ha sido arrascarnos el bolsillo, y poner dinero y una misión policial-judicial de más de mil personas.

Lo peor que podría ocurrir es que Rusia enviara una fuerza de consolidación de Kosovo como provincia serbia, una especie de neoprotectorado, ya que la comunidad internacional no tendrá arrestos de oponerse a los ex-soviéticos. Los estadounidenses están como locos por abandonar el teatro europeo y concentrar sus esfuerzos en Afganistán e Iraq, que no es poco. Así que la solución norteamericana de apoyar una independencia unilateral quizás no se logre. Y Rusia sigue cogiendo fuerza y desenvoltura, con la ventaja de poder mandar un mensaje claro a los países de Europa oriental, y la tranquilidad de poder cerrar la espita del gas a Europa Central para ver como nos consumimos, política y económicamente.

Sin embargo, EEUU que ha visto como Rusia vetaba el asunto de la independencia, tampoco se puede olvidar de Kosovo, y dejárselo todo a Rusia, porque si bien los intereses nacionales de seguridad norteamericana no están en Kosovo, lo que si está en juego es la posible «sobreextensión» americana, es decir, el inicio de su decadencia.

El tiempo nos dirá.